Dosis de arte: El arte y su conciencia 

El arte y su conciencia
Por William Gustavo Franklin Torres | enero 2026

En 1770, el controversial filósofo alemán Georg Wilhelm Friedrich Hegel formuló la idea de que el arte estaba sujeto a una progresión natural, según Hegel el arte habría evolucionado lo suficiente de lo material a lo espiritual para convertirse en una forma más pura, la filosófica. En el contexto de finales del siglo dieciocho y comienzos del diecinueve, la culminación de esta progresión natural habría sido incitada por los grandes logros artísticos del Romanticismo, en particular los de la poesía a la que denominó la forma más elevada de arte. Queda claro que “la muerte del arte” de Hegel no es algo literal sino una metáfora sobre el futuro del arte a partir de aquel momento.

La tesis de Hegel es constantemente citada como problemática por ser obtusa y reductiva, además de regocijarse mucho en el intelectualismo (como muchas tesis). No obstante, la idea ha continuado alimentando debates sobre la estética, futuro y dirección del arte desde entonces.

En 1984, el crítico y filósofo estadounidense Arthur Danto retomaría la tesis de Hegel en un escrito de título “El Fin del Arte” (“The End of Art”). En este nuevo contexto, Danto interroga la función del arte esta vez de manera auto-reflexiva. Danto basa su interrogación en el entendimiento de que fueron los mismos artistas – desde Marcel Duchamp hasta Andy Warhol – los que empezaron a cuestionar la identidad del arte. Como resultado, según Danto, el arte se vuelve autoconsciente por necesidad propia. Danto llega a proclamar que, “todo lo que queda al final es la filosofía, el arte habiéndose finalmente vaporizado en un deslumbro de puro pensamiento sobre sí mismo, y permaneciendo, por decirlo así, solamente como el objeto de su propia conciencia teórica.” La historia tradicional del arte “acaba” teoréticamente para Danto con Warhol.

Ambas tesis, la de Hegel como la de Danto, son metáforas provocativas pero también sesgadas por el eurocentrismo y la cultura occidental. Quizás el aspecto más contribuyente de la tesis de Danto es la idea de que ahora el arte está libre de su tradicional búsqueda de significado. Con Danto surge una nueva perspectiva crítica sobre el arte ahora como “post-histórico” o contemporáneo. Danto expandiría sobre esta nueva condición histórica del arte en su libro “Después del Fin del Arte”(“After the End of Art”) en 1996. 

El pronunciamiento “el arte está muerto” también fue usado por el controversial escritor y artista mexicano Marius de Zayas en 1912 para referirse a la radical transformación del arte en el siglo veinte. 

Las teorías de la mayoría de estos filósofos y escritores al final son subjetivas, y como ya he mencionado problemáticas, entre otras cosas por su elitismo y a menudo por excluir a culturas no occidentales. El arte es rico, diverso y tiene la capacidad de redefinirse constantemente. Conversaciones sobre la evolución del arte siempre podrán entretenerse con estas ideas pero nunca ser reducidas a ninguna de ellas.

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